Soplan aires de tranquilidad en Villa Urquiza. Luego del justificado
triunfo sobre Colegiales en Concordia, Brown regresó a los
entrenamientos pensando en lo que será su próximo compromiso ante
Rosamonte.
El Verdirrojo logró cortar una racha de cuatro partidos sin conocer la
victoria jugando los mejores 90 minutos de la temporada en condición de
visitante.
La vuelta de Diego Valenzuela al mediocampo le dio otra perspectiva al
equipo, que dejó de lado al enganche para apostar al 4-4-2, esquema con
el que Brown logró los únicos tres triunfos en lo que va de la
temporada. Al parecer el equipo encontró su juego, aunque todavía es
prematuro otorgarle el lote de candidato.
La buena tarea de Facundo Romero y Javier Runque en los laterales, que
se acoplaron a la resistencia de los centrales Nelson López y Harold
Lescano, es uno de los puntos que más se fortaleció. En mitad de cancha
José Defilippi es otra de las fichas inamovibles, ya que el capitán
sigue manteniendo un nivel de juego que marca la diferencia.
Pasando a la derecha, Diego Kosachek mostró una recuperación
considerable mientras que el debutante Marcos Morcillo cumplió con las
expectativas por izquierda. “Igual a Morcillo le faltan minutos para
estar a la altura de los demás, pero está bien encaminado”, disparó
Carlos Suirezs.
Es que el ex Mitre es el reemplazante elegido para Leandro Ferreira, jugador que todavía se recupera de una pubalgia.
La ofensiva es otra de las líneas que marca la diferencia. Actualmente
la dupla José Verdún-Francisco Riedmaier es la elegida, aunque Martín
Pérez también pide pista desde el banco de los suplentes.
Brown recibirá el próximo domingo a Rosamonte posiblemente a las 16.
Fuente: territoriodigital.com